Estamos en la época de fertilización de los cañaverales, sin embargo es clave saber cuál es el momento más apropiado para realizar la práctica.
Entre los aspectos más importantes a tener en cuenta, hay que verificar la limpieza de lote; que las condiciones hídricas sean las adecuadas; y fertilizar según los requerimientos.
«En términos generales, Tucumán es privilegiado en cuanto a la calidad de los suelos«, dijo en diálogo con Suena a Campo, el coordinador del subprograma Agronomía de la caña de azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, doctor Eduardo Romero.
Asimismo señaló que dentro de los nutrientes que se requieren para el cultivo, solo hay uno que es de uso masivo, el nitrógeno. «Hay regiones particulares dónde hay un 10 a un 15% del área con requerimientos de otros nutrientes cómo fósforo o azufre. Pero requieren un análisis de suelo previo para determinar la necesidad«, dijo Romero. En cambio, en todas las cañas socas «se requiere todos los años nitrógeno y tiene gran impacto en la producción y en el valor económico de los cañaverales», aclaró.
Fertilizar, «es una de las prácticas más a conciencia que realizan los productores. Solo algunas veces falta, que puede suceder por falta de financiamiento o mal precio del azúcar. Pero ellos saben que es una práctica fundamental al igual que el control de malezas«, comentó Romero.
A su vez, el doctor aseguró que estamos en «plena etapa» de fertilización. «Más allá de que este año, por la falta de lluvias, está un poco complicado; desde octubre hasta mediados de noviembre es el momento para fertilizar las cañas socas«.
Alternativas de fertilizantes
En general, «no se recomienda la aplicación de nitrógeno sintético«, indicó Romero. «Hoy, existen otras alternativas de productos biológicos como los biofertilizantes y bioactivadores que se aplican por vía foliar una vez establecidas las cañas plantas. Estos tienen mejores niveles de respuesta y más seguras que las dosis de urea recomendadas anteriormente«.
Para la fertilización de la caña soca, Romero señaló que se deben tener en cuenta dos cuestiones importantes, según las fuentes de nitrógeno que se utilicen: «en el caso de la urea, es una exigencia incorporarla en el suelo porque las pérdidas por volatilización son muy significativas. Y, a su vez, tienen un gran impacto negativo sobre el ambiente. Para este caso hay que usar equipos más pesados, de mayor costo de aplicación y que se corte el residuo de cosecha«. Por otro lado, si usa el CAN (nitrato de amonio calcáreo) «se puede aplicar con sistemas más sencillos, como el espolvoreo sobre la paja. Esto es porque tiene la capacidad de atravesar el rastrojo, y si hay humedad queda disponible de forma más rápida«, explicó Romero y agregó: «a pesar de no estar en un buen momento de humedad, conviene hacerlo para que cuando ocurran las lluvias el nitrógeno ya esté disponible para el crecimiento de las raíces y del cultivo«.
Por otro lado, «lo que no se puede hacer es una aplicación foliar porque, por la seca, el follaje no está en condiciones de recibir ni herbicidas y menos aún biofertilizantes o bioactivadores. Hay que esperar una lluvia«, aclaró el especialista.
Costos de la fertilización
Consultado por los costos de fertilización, Romero estimó que puede variar entre 25.000 y 40.000 pesos por hectárea, en función de la dosis, la fuente y el método de aplicación. «A pesar de que el costo es interesante, el aumento en el precio del azúcar hace que la relación bolsa de azúcar/insumo beneficie a los cañeros mucho más que otros años. De manera que es una práctica rentable. «Se necesita aproximadamente 1,2 bolsas de azúcar por cada bolsa de fertilizante. Y esto tiene un rédito que puede estar arriba de las 20 bolsas adicionales», dijo Romero y señaló que estos datos se encuentran disponibles para consulta.
Jornadas de fertilización
Romero comentó que en el día de hoy se estará realizando en la subestación de la EEAOC en Santa Ana la segunda jornada de fertilización. «De 9 a 12hs se tratarán los temas de: el uso del nitrógeno;el uso de otros nutrientes cómo fósforo, azufre y potasio para ocasiones especiales; el uso de biofertilizantes y bioactivadores; y cerramos con el análisis de costos», mencionó.
Suena a Campo