En la cooperativa Ibatín de Monteros se inauguró un novedoso centro para la producción estratégica fruti-hortícola y en complementación al cultivo de la caña de azúcar.
El director técnico de este proyecto, ing. Agrónomo Miguel Ángel El Chayer de la AER (Agencia de Extensión Rural), INTA Monteros comentó para Suena a Campo que: «en toda la cuenca del Balderrama, que ocupa los departamentos de Monteros y Simoca, tenemos pequeños productores de caña de azúcar que no superan las mil hectáreas. Y en esa superficie, realmente nunca va a ser rentable la actividad«. Así, El Chayer definió como un problema bastante serio lo que afectaba a estas familias. «La mayoría termina abandonando los campos y se vienen a la ciudad. Así, vamos perdiendo nuestro campesinado«, explicó.
En respuesta a esta problemática, «desde INTA planteamos este proyecto que se llama «CIS» (Centro de innovación Sustentable). El mismo consistió en sembrar una serie de cultivos de hortalizas y frutas finas, en 3 hectáreas pertenecientes a la misma cooperativa Ibatín. «Son cultivos alternativos a la caña, e intensivos. Donde los productores pueden ir tomando esta tecnología para aplicar en sus campos y así ser más rentables», indicó el ingeniero.
Alternativas rentables y agroecológicas
El Chayer además, destacó un interesante aspecto del proyecto, y su base agroecológica para llevar a cabo los cultivos. «No utilizamos productos de síntesis y que son tóxicos como los insecticidas. Aquí, utilizamos solo productos biológicos«, dijo el especialista.
El CIS se encuentra dividido por áreas. Una es la de frutas finas. «Este año tenemos frutillas, y el próximo vamos a complementar con frambuesas y moras«. Otro bloque consiste en cultivos bajo invernadero. «Este año sembramos pimiento«. Además, cuentan con otra área para el cultivo de vid, dónde se producen uvas de mesa. «Este centro es bastante variado, dónde vamos probando las variedades que mejor se adaptan a la zona. Y que los productores puedan elegir cuál es la producción que más le gusta y aprender sobre eso y adoptar esa tecnología. El productor no puede ir solo a probar en su campo. Entonces aquí se tiene la posibilidad de ser formado y podemos sacar adelante a este productor con mayor facilidad», declaró El Chayer.
Tres patas del proyecto
Esta novedosa propuesta para los pequeños productores se llevó a cabo, según explicó el ingeniero El Chayer, gracias al trabajo en conjunto de la cooperativa Ibatín, que puso la tierra; el INTA, que brinda el asesoramiento técnico; y el ministerio de desarrollo productivo, que puso los fondos.