La intensificación y concentración de la producción en los sistemas pecuarios argentinos, trae aparejado el problema de la generación y acumulación de efluentes y residuos sólidos.
El objetivo es disminuir la carga contaminante que poseen, para no ocasionar daños y aprovecharlos como insumo productivo.
Aplicar desechos orgánicos al suelo es el método más económico para recuperar sus nutrientes. Aunque, es conveniente tratarlos previamente para evitar la contaminación.
Los residuos del sector avícola sin tratamiento previo, principalmente guano –aves ponedoras– y cama de pollos parrilleros –aves de engorde–, pueden generar un impacto negativo en el ambiente, lo que contribuye a la contaminación de suelo, agua, aire y bioseguridad. En cambio, si se gestionan de manera adecuada, representan una opción efectiva y beneficiosa.
Una gallina produce 100 gramos de guano por día, lo que al año representan unos 36,5 kilogramos de desechos que se pueden transformar en fertilizantes orgánicos. Sin dudas, en los residuos existe una oportunidad para agregar valor. Además, es indispensable realizar un análisis previo para evaluar y determinar cuál es el tratamiento adecuado para reducir la contaminación.
RESIDUOS
• Los residuos generados son de 3 tipos: sólidos, líquidos y gaseosos.
• Las aves liberan al ambiente 7 veces más de nitrógeno y fósforo que los bovinos.
• La DBO (demanda biológica de oxígeno) de sus desechos líquidos es similar o mayor a la de los humanos.
• Sus emisiones gaseosas contienen gases de efecto invernadero.
• Como en la salud humana, la prevención es más económica que la remediación que es lenta, costosa e incierta.
• Hay tecnología disponible para el procesamiento de los residuos o la mitigación de los efectos de los mismos.
• El procesado de los residuos puede generar ahorros (o ingresos) que compensan el costo de su tratamiento.
• Existe apoyo de organismos financieros internacionales.
• El proceso de secado y compostaje del guano es una técnica que sirve para estabilizar los residuos y minimizar su impacto en el ambiente. Entre los factores que hay que tener en cuenta para un manejo adecuado, se encuentran los métodos de recolección, almacenamiento, manipulación, tratamiento, transporte y aplicación de los residuos al suelo.
PRÁCTICAS DE MANEJO Y UTILIZACIÓN DEL GUANO DE GALLINA Y CAMA DE POLLO
Las Buenas Prácticas de Manejo y Utilización (BPMU) representan una colección de técnicas, tecnologías y procedimientos que conducen a lograr el objetivo productivo buscado respetando las características originales del medio ambiente y la salud de las aves y personas involucradas.
Las BPMU pueden estar directamente relacionadas con el manejo de las excretas propiamente dichas, y otras pueden influir indirectamente en las características y calidad de dichas excretas durante la crianza de las aves.
Descripción del guano de gallina y de la cama de pollo
El término “guano” representa las heces producidas por las gallinas ponedoras mientras que la cama de pollo es un material que se introduce en el galpón de pollos parrilleros estando vacío, limpio y desinfectado. En general se utiliza cascara de arroz, viruta de madera, cascara de girasol y maní u otros materiales cuya característica principal sea un bajo contenido de humedad y una importante capacidad de absorción de agua. El objetivo de esta cama es proveer a los animales de un “piso” seco, donde la humedad de las excretas vaya siendo absorbida por la cama.
El guano de ponedoras, la cama de pollos parrilleros y los animales muertos son los tres principales residuos de interés en producción aviar.
A nivel mundial los métodos de disposición de animales muertos incluyen el entierro en fosas cubiertas, la incineración y el “rendering” (procesamiento industrial de animales muertos y restos de la industria frigorífica con distintos fines). Si bien en algunos países como Chile y los Estados Unidos la utilización de estos materiales para alimento animal está permitida, en nuestro país está prohibido explícitamente en la Resolución SAGPyA2 nº 1.389/2004.
Beneficios del uso agrícola
Las excretas de origen animal (E.O.A.) son ricas en contenido de distintos nutrientes esenciales para la producción agrícola, por lo cual son de gran valor e interés para los productores agropecuarios.
Si bien el guano y la cama de pollo son de los mejores fertilizantes orgánicos disponibles su manejo inadecuado puede –al igual que con cualquier otro tipo de fertilizante- presentar un peligro potencial de contaminación de aguas superficiales y subterráneas. Las E.O.A. poseen cantidades significativas de macro-nutrientes vegetales como Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K), Calcio (Ca), Magnesio (Mg) y Azufre (S). También presentan cantidades menores de micro-nutrientes como Zinc (Zn) y Cobre (Cu). Para ser exactos, el guano y la cama de pollo contienen los 16 elementos esenciales para el desarrollo y crecimiento de las plantas.
Estas E.O.A. utilizadas como abono orgánico durante siglos aportan materia orgánica a los suelos, incrementando su fertilidad y mejorando propiedades físicas determinantes para el éxito de la producción agrícola como la infiltración y la capacidad de retención hídrica, a la vez que reducen la erosión de suelos y los costos afrontados por los productores en la compra de fertilizantes comerciales.
Afortunadamente, cuando las excretas son manejadas, almacenadas y aplicadas en forma indicada asumen un valor económico significativo para el productor y han sido responsables del mejoramiento del potencial productivo de los suelos en distintas regiones y condiciones productivas del mundo. Los valores disponibles de “excretas frescas” en publicaciones internacionales son la fuente de información más confiable para planificar anticipadamente el manejo de excretas de una granja avícola. Los valores de “excretas frescas” son también útiles cuando se planifica a escala mayor que la predial, cuando se requiere una estimación aproximada de la generación de excretas de una granja o cuando la información detallada de performance animal y consumo de alimentos de un criadero no se encuentra disponible.
Un análisis de excretas animales para utilizarse en agricultura debe incluir, como mínimo, los siguientes parámetros:
1_ Materia Seca o Contenido de Humedad
2 _pH y Conductividad Eléctrica
3_ Nitrógeno como Amonio (N-NH4)
4_ Nitrógeno Kjeldahl Total (NKT)
5_ Nitrógeno Orgánico (cálculo por diferencia NKT – N-NH4)
6_ Fósforo
7_ Potasio
8_ Calcio
Existen distintas razones para justificar la determinación analítica de los parámetros listados. El contenido de humedad tendrá un impacto directo en el costo de transporte del material y también puede ser indicativo de la potencial producción de olores desagradables durante la aplicación agronómica del producto.
El pH y la conductividad eléctrica son básicos en cualquier análisis y, en nuestro caso, nos pueden dar una idea de la uniformidad del proceso de generación de guano o cama a través del tiempo.
Las distintas formas de Nitrógeno, Fósforo y Potasio constituyen los macro nutrientes que hacen al guano y la cama de pollo un fertilizante de interés. Sin embargo, las particularidades de estos elementos nos obligan a profundizar el estudio de su comportamiento en el ambiente y su disponibilidad para poder interpretar correctamente los resultados químicos y proponer un uso racional del sub-producto.
La concentración de calcio es importante en excretas avícolas, especialmente en el guano de ponedoras. Este calcio puede actuar como corrector de pH en un suelo ácido, con lo cual la excreta adquiere más valor como fertilizante orgánico.
El contenido de nutrientes de las E.O.A. no puede ser comparado directamente con el de un fertilizante comercial, ya que en las excretas no siempre la totalidad de un nutriente determinado está disponible para un cultivo en el corto plazo.
El máximo valor fertilizante del guano o la cama de pollo coincide con el momento de limpieza del galpón. A partir de allí las pérdidas de N por volatilización del amoníaco aumentan. Este material removido puede aplicarse directamente al suelo o almacenarse.
El almacenamiento de pilas de cama de pollo o guano al aire libre sin cobertura promueven la pérdida de N por volatilización pero también puede desencadenar pérdidas de P (fósforo) por escorrentía, que alcanzando un cuerpo de agua superficial puede afectar su calidad considerándose una fuente de contaminación puntual. Por ello las pilas de material proveniente de los galpones avícolas no deben dejarse a la intemperie sin cobertura.
La construcción de tinglados techados para almacenamiento de material, el contra piso de cemento, la utilización de una lona de cobertura y la construcción de “bordos” de tierra alrededor de las pilas a la intemperie que contengan posibles láminas de escorrentía desde las pilas y evite el ingreso de escorrentía exterior por lluvias, son todas Buenas Prácticas de Manejo para la granja avícola.
En todos los casos las excretas deberían aplicarse al terreno sólo cuando las siguientes condiciones – la mayoría reconocidas Buenas Prácticas de Utilización de Nutrientes (BPUN)- estén aseguradas:
1) La humedad del suelo se encuentra por debajo de capacidad de campo.
2) El momento de siembra del cultivo es próximo.
3) No existen precipitaciones en el pronóstico meteorológico cercano.
4) Los vientos son moderados a bajos y nunca en dirección a vecinos cercanos, rutas o caminos de alta circulación.
5) Existe disponibilidad de equipo de aplicación correctamente calibrado.
6) La humedad del guano o cama es la indicada para minimizar los olores y proliferación de moscas (menos del 40 % pero idealmente más cercano al 25 %).
Los lotes a utilizar deben carecer de pendientes extremadamente pronunciadas, sugiriendo que sean menores al 10 – 15 % según la textura y grado de cobertura de los mismos. Los lotes deben estar alejados de cuerpos de agua superficiales como arroyos, riachos o inclusive humedales definidos, como así también de pozos de bombeo para provisión de agua para consumo humano y animal.
Sistemas comunes de tratamiento
Pueden existir situaciones donde el uso agronómico de GG (guano de gallina) y CP (cama de pollo) frescos no sea posible. En estos casos podría recurrirse a alguna de las siguientes alternativas de tratamiento en las cuales siempre queda un producto final que puede utilizarse como enmienda orgánica.
a) Compostaje: Es una técnica probada, muy difundida y sencilla en cuanto a la teoría detrás del proceso, lo que la convierte en una herramienta de fácil adopción para los productores. Las principales ventajas del compostaje son la reducción en volumen del orden del 25-30% exclusivamente en el caso de CP, disminución de humedad de hasta un 50% para el caso de guano, la estabilización química del material, la disminución progresiva de olores y moscas, la posibilidad de eliminar semillas de malezas y algunos patógenos si las temperaturas internas de la pila necesarias son alcanzadas y mantenidas por algunos días. Entre las desventajas contamos que la liberación de amoníaco que, en los primeros estadios, puede ser importante generando olores significativos y disminuyendo el valor fertilizante de la excreta, se libera dióxido de carbono a la atmósfera que reduce el contenido de materia orgánica del compost. Es un proceso largo que requiere atención, mano de obra y maquinaria e implementos específicos (tractor, pala mecánica, etc). La utilización de una fuente de Carbono es imprescindible en el caso del GG para reducir la humedad inicial, agregar porosidad imprescindible para la circulación de aire y llevar la relación C/N a rangos de 25 – 30:1 en el sustrato inicial. Adicionalmente esto contribuye a disminuir las pérdidas de nitrógeno como amoníaco, aunque debe notarse que se agrega volumen al material original lo cual incrementa el costo de transporte y aplicación posterior.
b) pellet: El pelleteado de GG y CP consiste en su tratamiento por compresión, moldeado y temperatura. Se consigue un material de menor volumen. Es necesario secar el material fresco para someterlo al proceso de pelleteado en los casos donde el contenido de humedad inicial sea elevado. La principal ventaja de esta tecnología reside en la disminución del volumen y facilidad de manipuleo.
c) Incineración: Por su elevado costo es una alternativa para empresas de gran escala o emprendimientos cooperativos de varios productores. El proceso se basa en la incineración por calor a temperaturas de 1.000 a 1.200 ºC, donde el calor generado puede recuperarse para transformarlo en energía. El residuo que queda como ceniza se utiliza como fertilizante aunque debe mencionarse que su contenido es mayoritariamente Carbono.
d) Generación de Biogás: Es otra alternativa para empresas de escala dado que la inversión inicial es elevada y la operatoria diaria requiere personal capacitado. El principal producto es el biogás que puede utilizarse como fuente de energía calórica o convertirse en electricidad. Un valor agregado de esta tecnología es el excelente control de olores. Si bien el proceso puede llevarse a cabo en seco o en húmedo los casos más exitosos en el sector avícola internacional se dan con sustrato líquido. Algunas limitaciones de esta tecnología son la necesidad de disponer de tierras agrícolas para disponer del digestato (porción líquida remanente del proceso), la conversión del nitrógeno orgánico en amoniacal que aumenta las pérdidas potenciales de nitrógeno durante la aplicación a campo y la disponibilidad de una red de energía para poder vender excedentes energéticos.
En estos tratamientos alternativos queda un producto final que puede utilizarse como enmienda orgánica.
Ing. Zoot. Lina Savino
Fuentes:
• Secretaría de Agricultura, ganadería y pesca, presidencia de la nación
• INTA
• Manual de Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de Cama de Pollo y Guano